miércoles, 25 de noviembre de 2015

Fase de la estrategia de aprendizaje: Fase de Planeación: Organizando ideas.

EVALUACIÓN FINAL LENGUA MATERNA II

Fase de la estrategia de aprendizaje:
Fase de Planeación: Organizando ideas.

Lengua Materna II
Fase de la estrategia de aprendizaje:
Fase de Planeación: Organizando ideas.

Tutora: Jenni Marcela Cárdenas


Estudiantes:
Sayuris Castro
Eunice Herrera
Alberto Frías Tapia
Arline Amaya
Gleicer Arroyo

Grupo: 551002_20


Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD
Facultad de Ciencias de la Educación
Programa: Lic. En Etnoeducación
CEAD: Roberto Salazar, Cartagena
Fecha: Octubre – 3 – 2015

Actividad Individual

Introducción
Realizar de este trabajo nos invita a la construcción de actividades que nos proporciona conocimiento ademas de herramientas virtuales con las cuales podemos diseñar actividades didácticas.

Escoger una de las lecturas propuestas en la unidad 1 para dar inicio a la construcción de una de las estrategias de comprensión.
Las estrategias a escoger son las siguientes:
- RAE
- Organizador gráfico.
- Cuadro de características.
- Video
- Lluvia de ideas.
Al igual que las lecturas, las estrategias no se deben repetir dentro del grupo.
La entrega de la estrategia se realiza por medio del Foro Fase de Planeación: Organizando ideas. Entorno Colaborativo.

Eunice Herrera: Cuadro de características
Tema
                                                 Características
















El español en el siglo xxI

-Está amenazado por la red.

-La necesidad inminente de internarse en los territorios virtuales de Microsoft por lo que los Académicos de la Real lengua Española, Academias Hispanoamericanas y la academia norteamericana de la lengua Española tomaron decisiones importantes en el congreso de Valladolid  que se llevó a cabo entre el 16 al 19 de octubre 2001 entre  las que tenemos:
   -Computarizar de su gigantesca  base de datos.
   -Creación de una red informática que comunique a todas las academias                     de la lengua española, por medio de páginas web y email.

-La comisión de vocabulario técnico  presentó el diccionario español-inglés, inglés-español de términos usados en informática.

-El diccionario de la real lengua española, triplico los americanismos aceptados hasta ahora y se actualizara cada semana a través de la red (rae.es/diccionario).

-se firmó un convenio entre el director de La Real lengua Española y Bill Gates y el imperio Microsoft, que le permite a Microsoft acceder al banco de datos de la Real Academia, y a los académicos intervenir en la traducción al español de los términos de utilización y acceso.

-La creación y sostenimientos de sitios en la red, como medio de potencialización  del español en la red.

-gracias a que la mejor literatura del mundo es la que se está escribiendo en español, en el siglo xxi se habla español

Arline Amaya: Organizador Gráfico 


Gleicer Arroyo: Video 


Sayuris Castro: RAE
logo_unad
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA
METODOLOGÍA DEL TRABAJO ACADÉMICO

RESUMEN ANALÍTICO DE ESCRITOS

PAÍS O REGIÓN:
Colombia
NÚMERO:
1
TÍTULO:
El Español Que Se Habla en los Medios
AUTOR
Sayuris Castro Orozco
PUBLICACIÓN:
Lecturas unidad 1
 EL ESPAÑOL QUE SE HABLA EN LOS MEDIOS PAG 35 - 38.pdf
UNIDAD:
1
PALABRAS
CLAVES:

Comunicación, locutores, libros, prensa escrita, radio, televisión.
DESCRIPCIÓN:
El tema que vamos a resumir es el idioma español que se habla en los medios, básicamente es el  trato que se le da a este  sobre los diferentes medios de comunicación  audiovisuales en comparación con algunos  libros  editados por los periódicos, también se hablan del mal uso que se le da a este mismo al afirmar que es más peligroso para la salud del idioma el mal uso que se la da en la prensa escrita que en la radio o la televisión.

FUENTES:
2 EL ESPAÑOL QUE SE HABLA EN LOS MEDIOS  (UNAD)
Alberto Gómez Font
Fundación del Español Urgente 
Emisora Radio Caracol
Libro: Redacción y locución en medios audiovisuales  
Libro: Teleperversión de la lengua

CONTENIDOS:
El documento  inicia con una cita en latín (Verba volant, scripta manent) tomado de un discurso de Cayo Tito al senado romano, el cual significa las palabras vuelan, lo escrito queda, siguiendo con  una breve explicación de los problemas o errores más frecuentes que presenta el idioma español en la prensa escrita ya que en los medios audiovisuales estos no quedan mientras que si lo hacen en los impresos.
Prosiguiendo citando referencias de libros entre los años 1980 y 1990.
METODOLOGÍAS:
La metodología utilizada en este texto fue la comparativa entre los medios de comunicación  audiovisual y la prensa escrita.
CONCLUSIONES
Después de la realización de este rae podemos concluir que existen muchas y variadas maneras de comunicación del idioma español, y tener claridad para afirmar que el número de hablantes del idioma español que leen periódicos o revistas es muchísimo menor que el de los que solo ven la televisión o escuchan la radio.


































































Alberto Frias: Lluvia de Ideas
El español en contacto con el mundo
Desde  la  época  ya  lejana  en  que  España  se  convirtió  en  el  imperio  más  grande  del mundo,  con  presencia  en  los  cuatro  puntos  cardinales,  el  idioma  Castellano  ha  tenido  gran influencia en el hacer socio-cultural, político y económico de todo el orbe. Bajo esa condición, de ser la lengua de la más grande potencia colonial de entonces, en palabras de Juan Ramón Lodares (2002, p.169), “el español recorrió ese camino desde finales del siglo XV hasta principios del XIX”; tiempo dentro del cual, además de su indiscutible presencia como lengua de una de esas potencias “que abrían rutas mercantiles o las aprovechaban una vez abiertas, que tenían ejércitos poderosos (…), diplomacia hábil, empresarios y emigrantes bien dispuestos”, también se  generó  el  momento esencial  de  su  expresión,  denominado  “Siglo  de  Oro”  de  la  Literatura Española, aproximadamente entre mediados del siglo XVI y buena parte del siglo XVII, cuando para  el  mundo  conocido  surgió  un notable  conjunto de  obras, autores y personajes literarios que hoy, más de cuatro siglos después, pertenecen al patrimonio  espiritual de la humanidad:
Cervantes,  El  Quijote,  Lope  de  Vega,  Calderón  de  la  Barca,  San  Juan  de  la  Cruz,  Fray  Luis  de León, El Lazarillo de Tormes, Santa teresa de Jesús y muchos más; a la vez que fue el momento en  que  la  lengua  como  tal  adquirió  mayor  solidez  en  sus  componentes  comunicativos  y gramaticales. Aspectos que años después serían fundamentados con la presencia y el trabajo permanente sobre el idioma por parte de la Real Academia Española de la Lengua, fundada en 1713.
Para entonces el español influyó y a la vez recibió influencias de las lenguas más cercanas en el medio europeo, sobre todo del Francés y el Italiano, al tiempo que ampliaba su potencial léxico y expresivo mediante el gran aporte de las lenguas indígenas americanas; lo que luego se ampliaría  aún  más  en  su  relación  con  otras  lenguas  neolatinas,  como  el  portugués,  y  con  la cercanía política, económica y cultural del inglés.
Desde atrás, y ubicándonos en los tiempos de ahora, nos encontramos con una lengua española bastante fortalecida y siempre presente en el mundo globalizado, no solamente de la política y la economía sino también de la cultura.
Así, contamos hoy con una  lengua  cuyos hablantes superan los cuatrocientos millones, ubicados en 21 países, siendo Hispanoamérica la que, según Rosario Llorente (en Borrego Nieto et al, 2003, p. 235) “alberga, aproximadamente, al noventa por ciento de todos los hispanohablantes”.
Pero lo significativo de esa vigencia del Español en el mundo también está en el hecho de que  contemos,  especialmente  desde  finales  del  siglo  XX,  con  amplias  comunidades  de  habla hispana  en  otros  territorios  y  culturas  en  los  que  su  inf fluencia  es  innegable. Se trata,  por ejemplo, de la presencia hispana en países como los Estados Unidos y Francia.
De  esa  manera,  en  la  actualidad  el  Castellano  constituye  una  realidad  lingüística  de vastas proporciones en intercambio permanente con las demás lenguas y culturas del mundo, toda vez que su aprendizaje y uso se hacen imprescindibles en el medio global de los negocios, la ciencia, la tecnología, la política, el arte y la cultura.
El español de hoy Como anotáramos antes, el español cuenta con  aproximadamente 400 millones de hablantes en el mundo, lo que permite considerarlo entre las lenguas más importantes. En ese sentido vale aclarar, con Juan Ramón Lodares (2001) que el  número  de  hablantes  no  lo  es  todo  para  una  lengua.  Que  una  lengua  sea grande  y  se  hable  en  varios  países  no  quiere  decir  que  sea  genuinamente internacional.  Internacional, universal, global, franca, son  adjetivos   pomposos que se aplican a las lenguas con mucha generosidad. Sólo hay tres lenguas en el mundo que se hablan en una cantidad notable de países, digamos de quince para arriba: el inglés, el francés y el español. Las demás lenguas del mundo, grandes o pequeñas, no conocen nada igual (p. 168-169).
Eso indica, ente otros aspectos, que de las lenguas romances, neolatinas o derivadas del latín, según Cabral et al (1977, p. 653), “el español es la que usan mayor número de personas en el mundo. (…) Los que hablan portugués, francés, italiano y rumano suman, todos juntos, algo menos que los hispanohablantes”. De una u otra manera, el español se habla en 21 Estados y en diferente latitudes:  España,  Islas  Baleares,  Islas  Canarias,  Guinea  Ecuatorial,  Hispanoamérica continental  e  insular,  Filipinas,  junto  con  los  denominados  grupos  sefarditas  o  sefardíes, descendientes de los antiguos judíos expulsados de España y Portugal en 1492 y 1496
 Alberto Frias Tapia 551002_20 CCAV Roberto de  Jesús  Salazar  Ramos (Cartagena)

Taller 1: TALLER 1_COMPRENDER PARA ENTENDER.pdf 


EL AHOGADO MÁS HERMOSO DEL MUNDO

Los primeros niños que vieron el promontorio[H1]  oscuro y sigiloso que se acercaba por el mar, se hicieron la ilusión de que era un barco enemigo. Después vieron que no llevaba banderas ni arboladura, y pensaron que fuera una ballena. Pero cuando quedó varado en la playa le quitaron los matorrales de sargasos[H2] , los filamentos de medusas y los restos de cardúmenes y naufragios que llevaba encima, y sólo entonces descubrieron que era un ahogado. Habían jugado con él toda la tarde, enterrándolo y desenterrándolo en la arena, cuando alguien los vio por casualidad y dio la voz de alarma en el pueblo. Los hombres que lo cargaron hasta la casa más próxima notaron que pesaba más que todos los muertos conocidos, casi tanto como un caballo, y se dijeron que tal vez había estado demasiado tiempo a la deriva y el agua se le había metido dentro de los huesos. Cuando lo tendieron en el suelo vieron que había sido mucho más grande que todos los hombres, pues apenas si cabía en la casa, pero pensaron que tal vez la facultad de seguir creciendo después de la muerte estaba en la naturaleza de ciertos ahogados. Tenía el olor del mar, y sólo la forma permitía suponer que era el cadaver[H3]  de un ser humano, porque su piel estaba revestida de una coraza de rémora[H4]  y de lodo.
No tuvieron que limpiarle la cara para saber que era un muerto ajeno. El pueblo tenía apenas unas veinte casas de tablas, con patios de piedras sin flores, desperdigadas[H5]  en el extremo de un cabo desértico. La tierra era tan escasa, que las madres andaban siempre con el temor de que el viento se llevara a los niños, y a los muertos que les iban causando los años tenían que tirarlos en los acantilados[H6] . Pero el mar era manzo[H7]  y pródigo, y todos los hombres cabían en siete botes. Así que cuando se encontraron el ahogado les bastó con mirarse los unos a los otros para darse cuenta de que estaban completos. Aquella noche no salieron a trabajar en el mar. Mientras los hombres averiguaban si no faltaba alguien en los pueblos vecinos, las mujeres se quedaron cuidando al ahogado. Le quitaron el lodo con tapones de esparto[H8] , le desenredaron del cabello los habrojos[H9]  submarinos y le rasparon la rémora con fierros de desescamar[H10]  pescados. A medida que lo hacían, notaron que su vegetación era de océanos remotos y de aguas profundas, y que sus ropas estaban en piltrafas, como si hubiera navegado por entre laberintos de corales. Notaron también que sobrellevaba la muerte con altivez, pues no tenía el semblante solitario de los otros ahogados del mar, ni tampoco la catadura sórdida y menesteroso[H11]  de los ahogados fluviales. Pero solamente cuando acabaron de limpiarlo tuvieron conciencia de la clase de hombre que era, y entonces se quedaron sin aliento. No sólo era el más alto, el más fuerte, el más biril[H12]  y el mejor armado que habían visto jamás, sino que todavía cuando lo estaban viendo no les cabía en la imaginación. No encontraron en el pueblo una cama bastante grande para tenderlo ni una mesa bastante sólida para velarlo. No le vinieron los pantalones de fiesta de los hombres más altos, ni las camisas dominicales de los más corpulentos, ni los zapatos del mejor plantado. Fascinadas por su desproporción y su hermosura, las mujeres decidieron entonces hacerle unos pantalones con un pedazo de vela cangreja, y una camisa de bramante de novia, para que pudiera continuar su muerte con dignidad. Mientras cocían sentadas en círculo, contemplando el cadáver entre puntada y puntada, les parecía que el viento no había sido nunca tan tenaz ni el Caribe había estado nunca tan ansioso como aquella noche, y suponían que esos cambios tenían algo que ver con el muerto. Pensaban que si aquel hombre magnífico hubiera vivido en el pueblo, su casa habría tenido las puertas más anchas, el techo más alto y el piso más firme, y el vastidor[H13]  de su cama habría sido de cuadernas maestras con pernos de hierro, y su mujer habría sido la más feliz. Pensaban que habría tenido tanta autoridad que hubiera sacado los peces del mar con sólo llamarlos por sus nombres, y habría puesto tanto empeño en el trabajo que hubiera hecho brotar manantiales de entre las piedras más aridas[H14]  y hubiera podido sembrar flores en los acantilados. Lo compararon en secreto con sus propios hombres, pensando que no serían capaces de hacer en toda una vida lo que aquél era capaz de hacer en una noche, y terminaron por repudiarlos en el fondo de sus corazones como los seres más escuálidos[H15]  y mezquinos de la tierra. Andaban extraviadas por esos dédalos de fantasía, cuando la más vieja de las mujeres, que por ser la más vieja había contemplado al ahogado con menos pasión que compasión, suspiró: —Tiene cara de llamarse Esteban. Era verdad. A la mayoría le bastó con mirarlo otra vez para comprender que no podía tener otro nombre. Las más porfiadas, que eran las más jovenes[H16] , se mantuvieron con la ilusión de que al ponerle la ropa, tendido entre flores y con unos zapatos de charol, pudiera llamarse Lautaro. Pero fue una ilusión vana. El lienzo resultó escaso, los pantalones mal cortados y peor cosidos le quedaron estrechos, y las fuerzas ocultas de su corazón hacían saltar los botones de la camisa. Después de la media noche se adelgazaron los silvidos[H17]  del viento y el mar cayó en el sopor del miércoles. El silencio acabó con las últimas dudas: era Esteban. Las mujeres que lo habían vestido, las que lo habían peinado, las que le habían cortado las uñas y raspado la barba no pudieron reprimir un estremecimiento de compasión cuando tuvieron que resignarse a dejarlo tirado por los suelos. Fue entonces cuando comprendieron cuánto debió haber sido de infeliz con aquel cuerpo descomunal, si hasta después de muerto le estorbaba. Lo vieron condenado en vida a pasar de medio lado por las puertas, a descalabrarse con los travezaños[H18] , a permanecer de pie en las visitas sin saber qué hacer con sus tiernas y rosadas manos de buey de mar, mientras la dueña de casa buscaba la silla más resistente y le suplicaba muerta de miedo siéntese aquí Esteban, hágame el favor, y él recostado contra las paredes, sonriendo, no se preocupe señora, así estoy bien, con los talones en carne viva y las espaldas escaldadas de tanto repetir lo mismo en todas las visitas, no se preocupe señora, así estoy bien, sólo para no pasar verguenza[H19]  de desbaratar la silla, y acaso sin haber sabido nunca que quienes le decían no te vayas Esteban, espérate siquiera hasta que hierba el café, eran los mismos que después susurraban ya se fue el bobo grande, qué bueno, ya se fue el tonto hermoso. Esto pensaban las mujeres frente al cadáver un poco antes del amanecer. Más tarde, cuando le taparon la cara con un pañuelo para que no le molestara la luz, lo vieron tan muerto para siempre, tan indefenso, tan parecido a sus hombres, que se les abrieron las primeras grietas de lágrimas en el corazón. Fue una de las más jóvenes la que empezó a sollozar. Las otras, asentándose entre sí, pasaron de los suspiros a los lamentos, y mientras más sollozaban más deseos sentían de llorar, porque el ahogado se les iba volviendo cada vez más Esteban, hasta que lo lloraron tanto que fue el hombre más desvalido de la tierra, el más manso y el más servicial, el pobre Esteban. Así que cuando los hombres volvieron con la noticia de que el ahogado no era tampoco de los pueblos vecinos, ellas sintieron un vacío de júbilo entre las lágrimas. — ¡Bendito sea Dios —suspiraron—: es nuestro! Los hombres creyeron que aquellos aspavientos no eran más que frivolidades de mujer. Cansados de las tortuosas averiguaciones de la noche, lo único que querían era quitarse de una vez el estorbo del intruso antes de que prendiera el sol bravo de aquel día árido y sin viento. Improvisaron unas angarillas con restos de trinquetes y botabaras[H20] , y las amarraron con carlingas de altura, para que resistieran el peso del cuerpo hasta los acantilados. Quisieron encadenarle a los tobillos un ancla de buque mercante para que fondeara sin tropiezos en los mares más profundos donde los peces son ciegos y los buzos se mueren de nostalgia, de manera que las malas corrientes no fueran a devolverlo a la orilla, como había sucedido con otros cuerpos. Pero mientras más se apresuraban, más cosas se les ocurrían a las mujeres para perder el tiempo. Andaban como gallinas asustadas picoteando amuletos de mar en los arcones, unas estorbando aquí porque querían ponerle al ahogado los escapularios del buen viento, otras estorbando allá para abrocharse una pulsera de orientación, y al cabo de tanto quítate de ahí mujer, ponte donde no estorbes, mira que casi me haces caer sobre el difunto, a los hombres se les subieron al hígado las suspicacias y empezaron a rezongar que con qué objeto tanta ferretería de altar mayor para un forastero, si por muchos estoperoles y calderetas que llevara encima se lo iban a masticar los tiburones, pero ellas seguían tripotando[H21]  sus reliquias de pacotilla, llevando y trayendo, tropezando, mientras se les iba en suspiros lo que no se les iba en lágrimas, así que los hombres terminaron por despotricar que de cuándo acá semejante alboroto por un muerto al garete, un ahogado de nadie, un fiambre de mierda. Una de las mujeres, mortificada por tanta insolencia, le quitó entonces al cadáver el pañuelo de la cara, y también los hombres se quedaron sin aliento. Era Esteban. No hubo que repetirlo para que lo reconocieran. Si les hubieran dicho Sir Walter Raleigh, quizás, hasta ellos se habrían impresionado con su acento de gringo, con su guacamayo en el hombro, con su arcabus[H22]  de matar caníbales, pero Esteban solamente podía ser uno en el mundo, y allí estaba tirado como un sábalo, sin botines, con unos pantalones de sietemesino y esas uñas rocallosas que sólo podían cortarse a cuchillo. Bastó con que le quitaran el pañuelo de la cara para darse cuenta de que estaba avergonzado, de que no tenía la culpa de ser tan grande, ni tan pesado ni tan hermoso, y si hubiera sabido que aquello iba a suceder habría buscado un lugar más discreto para ahogarse, en serio, me hubiera amarrado yo mismo un ancora de galón en el cuello y hubiera trastabillado como quien no quiere la cosa en los acantilados, para no andar ahora estorbando con este muerto de miércoles, como ustedes dicen, para no molestar a nadie con esta porquería de fiambre que no tiene nada que ver conmigo. Había tanta verdad en su modo de estar, que hasta los hombres más suspicaces, los que sentían amargas las minuciosas noches del mar temiendo que sus mujeres se cansaran de soñar con ellos para soñar con los ahogados, hasta ésos, y otros más duros, se estremecieron en los tuétanos con la sinceridad de Esteban. Fue así como le hicieron los funerales más espléndidos que podían concebirse para un ahogado exposito[H23] . Algunas mujeres que habían ido a buscar flores en los pueblos vecinos regresaron con otras que no creían lo que les contaban, y éstas se fueron por más flores cuando vieron al muerto, y llevaron más y más, hasta que hubo tantas flores y tanta gente que apenas si se podía caminar. A última hora les dolió devolverlo huérfano a las aguas, y le eligieron un padre y una madre entre los mejores, y otros se le hicieron hermanos, tíos y primos, así que a través de él todos los habitantes del pueblo terminaron por ser parientes entre sí. Algunos marineros que olleron[H24]  el llanto a distancia perdieron la certeza del rumbo, y se supo de uno que se hizo amarrar al palo mayor, recordando antiguas fábulas de sirenas. Mientras se disputaban el privilegio de llevarlo en hombros por la pendiente escarpada de los acantilados, hombres y mujeres tuvieron conciencia por primera vez de la desolación de sus calles, la áridez[H25]  de sus patios, la estrechez de sus sueños, frente al esplendor y la hermosura de su ahogado. Lo soltaron sin ancla, para que volviera si quería, y cuando lo quisiera, y todos retuvieron el aliento durante la fracción de siglos que demoró la caída del cuerpo hasta el abismo. No tuvieron necesidad de mirarse los unos a los otros para darse cuenta de que ya no estaban completos, ni volverían a estarlo jamás. Pero también sabían que todo sería diferente desde entonces, que sus casas iban a tener las puertas más anchas, los techos más altos, los pisos más firmes, para que el recuerdo de Esteban pudiera andar por todas partes sin tropezar con los travesaños, y que nadie se atreviera a susurrar en el futuro ya murió el bobo grande, qué lástima, ya murió el tonto hermoso, porque ellos iban a pintar las fachadas de colores alegres para eternizar la memoria de Esteban, y se iban a romper el espinazo excavando manantiales en las piedras y sembrando flores en los acantilados, para que los amaneceres de los años venturos los pasajeros de los grandes barcos despertaran sofocados por un olor de jardines en altamar, y el capitán tuviera que bajar de su alcázar con su uniforme de gala, con su astrolavio[H26] , su estrella polar y su ristra de medallas de guerra, y señalando el promontorio de rosas en el horizonte del Caribe dijera en catorce idiomas: miren allá, donde el viento es ahora tan manso que se queda a dormir debajo de las camas, allá, donde el sol brilla tanto que no saben hacia dónde girar los girasoles, sí, allá, es el pueblo de Esteban. Gabriel García Márquez (Aracataca, Colombia 1928 - México DF, 2014)






 [H1]Promontorio: Esta palabra tiene buena escritura por no tener claro su significado, la selecciono.
Comentario [E1]: Se deriva del latín promintorium (altura muy considerable de tierra), Altura considerable de tierra que avanza dentro del mar.


 [H2]Esta palabra tiene error ortográfico. No se escribe sargos, se escribe sargazos.
Comentario [E2] Sargazos: Proviene del latín


 [H3]Esta palabra tiene error ortográfico. No se escribe cadaver, se escribe cadáver.
Significado: cuerpo muerto.


 [H4]Rémora: pez marino que se adhiere fuertemente a los objetos flotantes.


 [H5]Desperdigadas: elementos esparcidos en distintas direcciones sin ningún orden.


 [H6]Costa marina formada por rocas de gran altura cortadas casi verticalmente.


 [H7]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe manzo, se escribe manso.
Significado: aplicable, muy bueno, tranquilo.


 [H8]Esparto: planta gramínea cuya fibra se usa para hacer sogas, esteras, papel y otras cosas.


 [H9]Esta tiene error ortográfico no se escribe habrojos, se escribe abrojos.
Significado: planta de tallos rastreros y fruto redondo y espinoso.



 [H10]Esta palabra tiene error ortográfico, no se dice desescamar, se dice descamar.
Significado: acción de quitar las escamas.



 [H11]Esta palabra tiene error ortografico, no se debe escribir en masculino sino en femenino ya que viene hablando de adjetivos femeninos.
Significado: falto, necesitado.


 [H12]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe viril, sino viril.
Significado: varonil, edad en que el hombre ha adquirido ya todo su desarrollo y vigor.


 [H13]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe vastidor, se escribe bastidor.
Significado: armazón donde se fijan lienzos, vidrios, etc.


 [H14]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe aridas, se escribe áridas.
Significado: secas, estéril.


 [H15]Escuálidos: muy flacos.


 [H16]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe jovenes, se escribe jóvenes.


 [H17]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe silvidos, se escribe silbidos.
Significado: sonidos agudos, producidos con soplos  de los labios muy juntos.


 [H18]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe travazaños, se escribe travesaños.
Significado: pieza que atraviesa de una parte a otra.


 [H19]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe verguenza, se escribe vergüenza.
Significado: turbación del ánimo causada por una humillación recibida o por sentirse objeto de la atención de alguien.


 [H20]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe botabaras, se escribe botavaras.
Significado: palo horizontal que junto con el mástil, sirve para sujetar una vela.


 [H21]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe tripotandos, se escribe tricotando.
Significado: acción de hacer labores de punto, especialmente a mano.


 [H22]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe arcabus, se escribe arcabuz.
Significado: arma de fuego perecida al fusil.


 [H23]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe exposito, se escribe expósito.
Significado: recién nacido abandonado en paraje público o dejado en la inclusa.


 [H24]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe olleron, se escribe oyeron.
Significado: percibir sonidos por medio del oído.


 [H25]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe áridez, se escribe aridez.
Significado: calidad de árido.


 [H26]Esta palabra tiene error ortográfico, no se escribe astrolabio, se escribe astrolabio.
Significado: s.m. instrumento que se usó para observar la altura de los astros y determinar la hora y la latitud.
Actividad Colaborativa


Construir un mapa mental, teniendo en cuenta las lecturas de la unidad 1 y las estrategias realizadas con anterioridad.
Un integrante del grupo entrega el mapa mental colaborativo por medio del Entorno de Evaluación y seguimiento - Fase de Planeación: Organizando ideas.
Mapa Mental: 



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